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These are febuiles' notes on Antes del Meridiano by Alcolirykoz.

(Gambeta)

Que ¿Qué horas son? Son las soul AM,
y a estas horas vemos pasar gente como trenes, no se detienen, somos los reyes de los andenes,
puro Group Home suspendidos en el tiempo nos tiene el Rap de rehenes,
con la libertad de quienes pueden escoger cuándo y cómo trabajan,
así no nos pensionen.

En este paraíso con vista al caos,
mujeres ruedan como skaters, ciento ochenta grados, chao.
[1]
El día vino a vernos amanecer, caras pálidas, cerveza cálida, del embrión a la embriagues.
Pille pues como es qué es, que lo hacemos fresh,
al natural, sin forzarlo por que hacerlo cobra el interés

Yes, yes yo tengo un cuaderno mental donde escribo mientras vivo en este averno terrenal,
es más lo que sueño que lo que duermo,
pasajeras diurno, estas ojeras no son de adorno.[2]
No soy un moderno, sería el colmo,
soy un neandertal con una gorra mal puesta y anti sobornos.
Ciudad de piedra de edificios construidos sobre tumbas,
aquí están tus hijos y así no te incumba ya pintamos tu fachada,
eres gris como la materia, igual de cariño siempre serás nuestra morada,
como Gang Starr[3],
somos los mejores en subida y en bajada, caminata entre sonetos de la nada.

(Kaztro)

Es mi madrugada del trasnocho agotada por la calle sin leyes y auto vigilada
los problemas sufren sobredosis,
brujas en ventanas lo que menos quieren es dormir.
Dormir tranquilo más que un sueño es mi trofeo,
son misterios que usa Dios y así cumplir sus deseos,
vuelve el soul iluminando este cansancio, que la luna te ha dejado con euforia y emoción.
La esquina, el motel, debajo de un balcón, tiene un no sé qué depende quién te acompañó,
no se queden en quejarse pasajeros diurno,
mira que el Hip Hop ejerce hasta cuatro turnos,
seguimos pernoctando el dinero no hace falta.
Te ofrecen otro trago y tu con uno en la garganta.
Vidas que se mascan, alegrías que se esfuman,
chicles y cigarros duermen al pasar la bruma,
al filo de la botella tomas la vida, estamos disfrutando no importa si ella gira.
Rodeado de las neas vengase quien sea,
sus caras hundidas renacen cuando carcajean,
mañanas que regalan esos ojos rojos, los míos a veces grises pero cumplo mis antojos, como KRS One[4]
somos los mejores en subida y en bajada, caminata entre sonetos de la nada